TEGUCIGALPA.- El Nacional es un
rugido estremecedor con gritos que se escuchan cada domingo pero son inéditos por
esta ocasión. El "Matador”, Matadoooor" se hace estruendo como
tantas veces fue tiempos atrás.
No fue un día cualquiera. El
corazón de esos ultra-hinchas del Olimpia latió esta vez como el de Wilmer
Velásquez, ese eterno goleador que este domingo le dijo adiós por
completo al fútbol. Por eso, este domingo fue tan especial que había que
enmarcarlo con un golazo ante el Alajuelense de Costa Rica que terminó en la
lona 1-0. Esas son las tardes que volvieron a sentirse como nunca para los de
la Ultra Fiel , para los hinchas blancos. Para los que sufren y
ríen.
Era el partido del “Matador” que
lo hizo tan suyo que cuando celebraba ese 1-0 a los 55 minutos cualquier corazón duro se transformaba en
lágrimas. Y después de ese golazo rasante desde fuera del área corrió a
celebrar con la barra, elevó los brazos y se hincó para decirles, “gracias a
ustedes por tanto grito, amor y pasión”…
Tanto así que esas mantas
allá en sol o tendidos populares se
agigantaban como un monstruo para hacer honor a ese día de despedida: “Matador,
te vas de las canchas, pero no de nuestros corazones”, o aquella que decía: “La
mitad más uno te llevamos en el corazón”. Gestos que cualquier ser vivo jamás
olvida.
EL CARIÑO AL MATADOR
No cambió nada como si fuera algún
partido de verdad. Wilmer inició de titular y
se fue a las duchas a los 89 minutos, eso sí, como era su juego, quiso que sus
grandes amigos y viejas glorias también le acompañaran en su última actuación.
Por eso, el Nacional fue todo
estruendo cuando entraron Danilo Tosello, Nerlin
Membreño, Alex Pineda Chacón, José Luis “El Flaco” Pineda, Denilson Costa y
Arnold Cruz. Todos en fila, aguantaron los últimos 20 minutos por un amigo. Ah,
ellos también fueron tan grandes que hubo elegancia y toque en el verde césped
para no perder la vieja costumbre.
Y la película estaba rodando su
últimas tomas, ya quedaban muchas sensaciones en la cancha, la cinta grabada
tenía lo que “El Matador” soñó: Una despedida al más estilo de
los íconos, de las figuras, de los más grandes.
Llegó el final. Los aplausos, los abrazos, apretones de
manos... Fue una despedida a pura emoción y lágrima.
Es algo que no lo olvidarán sus hinchas, no lo
olvidará Wilmer Velásquez. Quedará todo
eternizado en cada foto, cada video, cada recuerdo de sus
goles. Y en este canto, en este grito de “Matador por siempre”.
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