domingo, 15 de enero de 2012

!Gracias por todo, Matador!


TEGUCIGALPA.- El Nacional es un rugido estremecedor con gritos que se escuchan cada domingo pero son inéditos por esta ocasión.  El "Matador”, Matadoooor" se hace estruendo como tantas veces fue tiempos atrás.
No fue un día cualquiera. El corazón de esos ultra-hinchas del Olimpia latió esta vez como el de Wilmer Velásquez, ese eterno goleador que este domingo le dijo adiós por completo al fútbol. Por eso, este domingo fue tan especial que había que enmarcarlo con un golazo ante el Alajuelense de Costa Rica que terminó en la lona 1-0. Esas son las tardes que volvieron a sentirse como nunca para los de la Ultra Fiel , para los hinchas blancos. Para los que sufren y ríen.
Era el partido del “Matador” que lo hizo tan suyo que cuando celebraba ese 1-0 a los 55 minutos  cualquier corazón duro se transformaba en lágrimas. Y después de ese golazo rasante desde fuera del área corrió a celebrar con la barra, elevó los brazos y se hincó para decirles, “gracias a ustedes por tanto grito, amor y pasión”…
Tanto así que esas mantas allá en sol o tendidos populares  se agigantaban como un monstruo para hacer honor a ese día de despedida: “Matador, te vas de las canchas, pero no de nuestros corazones”, o aquella que decía: “La mitad más uno te llevamos en el corazón”. Gestos que cualquier ser vivo jamás olvida.
EL CARIÑO AL MATADOR
No cambió nada como si fuera algún partido de verdad. Wilmer inició de titular  y se fue a las duchas a los 89 minutos, eso sí, como era su juego, quiso que sus grandes amigos y viejas glorias también le acompañaran en su última actuación.
Por eso, el Nacional fue todo estruendo cuando entraron Danilo Tosello,  Nerlin Membreño, Alex Pineda Chacón, José Luis “El Flaco” Pineda, Denilson Costa y Arnold Cruz. Todos en fila, aguantaron los últimos 20 minutos por un amigo. Ah, ellos también fueron tan grandes que hubo elegancia y toque en el verde césped para no perder la vieja costumbre.
Y la película estaba rodando su últimas tomas, ya quedaban muchas sensaciones en la cancha, la cinta grabada tenía lo que “El Matador” soñó: Una despedida al más estilo de los íconos, de las figuras, de los más grandes.
Llegó el final. Los aplausos,  los abrazos, apretones de manos... Fue una despedida a pura emoción y lágrima.
Es algo que no lo olvidarán sus hinchas, no lo olvidará Wilmer Velásquez. Quedará todo eternizado en cada foto, cada video, cada recuerdo de sus goles. Y en este canto, en este grito de “Matador por siempre”.

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